Es natural sentirnos atraídos por personas que en las circunstancias y momentos
más variados, nos cautivan por su amabilidad y su facilidad de conversación,
casi inmediatamente reconocemos un natural interés por nuestra persona, trabajo,
familia, pasatiempos y actividades, sin otro fin que conocer a la persona y
establecer una relación más cordial.
Cuando nos interesamos en establecer
un verdadero diálogo para conocer más acerca de las personas, nos damos cuenta
que poco a poco el interés se hace mutuo y de esta forma damos un gran paso en
las relaciones sociales.
La sociabilidad es el valor que nos impulsa a
buscar y cultivar las relaciones con las personas compaginando los mutuos
intereses e ideas para encaminarlos hacia un fin común, independientemente de
las circunstancias personales que a cada uno rodean.
Al tener contacto
con personas diferentes, tenemos la posibilidad de aprender de su experiencia y
obtener otra perspectiva de la vida para mejorar nuestra persona, para más
adelante poder contribuir a su desarrollo personal y así comenzar una espiral
sin fin en la cual todos nos vemos beneficiados.
El lograr una verdadera
amistad no necesariamente es el resultado de la sociabilidad, pues depende de
otras disposiciones, este valor es un medio que facilita el acercamiento y la
comunicación con las personas.
En las relaciones profesionales o
laborales, por ejemplo, debe existir un interés porque las personas desempeñen
mejor su trabajo; para lograr este objetivo, hace falta conocer su entorno
familiar y las circunstancias en las que viven, así como su forma de ser, sus
reacciones y las motivaciones por las cuales se rigen, con estos elementos a la
mano estamos en condiciones de contribuir en el desarrollo individual,
profesional y de conjunto en el lugar de trabajo.
Otro caso que puede
citarse es en el ámbito escolar, donde los profesores que demuestran interés por
cada uno de sus alumnos pueden convertirse en los mejores guías positivos para
la vida, pues los impulsan no sólo a mejorar como alumnos, sino a contribuir en
la mejora del grupo y a participar en actividades de beneficio común para su
centro educativo y la sociedad entera.
En cualquiera de los casos
(oficina, escuela, lugar de residencia o grupo de acción social), toda relación
o proyecto se alcanza a través del conocimiento individual y colectivo de las
personas, uniendo las aspiraciones y objetivos propios con los de los demás. Por
tanto, este valor no se basa en la simpatía o en la afinidad emocional, que se
pueden dar y también cuentan, sino en el auténtico interés por el beneficio de
todas las personas, mejorando el entendimiento, la ayuda mutua y el trabajo en
equipo.
La sociabilidad es un canal de comunicación que puede sentar las
bases para tener nuevos amigos, elegir a la persona adecuada para formar una
nueva familia o comenzar una nueva empresa, en base al intercambio de gustos,
aficiones e intereses que se comparten y dan como resultado una relación más
trascendente.
En términos generales, existen algunas actitudes que
dificultan la vivencia de este valor y debemos sortearlas para lograr su
desarrollo y vivencia cotidiana:
- Evitar dejarnos llevar por la primera
impresión que nos provoca el encuentro con las personas (el semblante, la
expresión o el vestido), pues de forma casi automática abrimos o cerramos
nuestra comunicación por una simple apreciación.
- Respetar y aceptar
verdaderamente la forma de ser de los demás. Esto se traduce en catalogar a las
personas (serio, tímido, aburrido, poco competente, etc.) según como se
comporten en determinado ambiente, los excluimos y desplazamos de nuestro
círculo sin conocerlos lo más mínimo y posiblemente formando una opinión
equivocada respecto a su persona. Quien comete este error es porque no ha
comprendido que las personas no son ni se comportan según su gusto.
-
Cuidar que nuestro lenguaje sea sencillo y natural. A nadie le agrada encontrar
a una persona que se empeña obstinadamente en hablar de su profesión y empleando
el vocabulario propio de su actividad sin motivo alguno; es de mal gusto
utilizar palabras y expresiones poco usuales y sacadas del diccionario para
incluirse en cualquier momento; ni qué decir del lenguaje vulgar y grosero...
- Procurar ser respetuoso en todo momento. La excesiva familiaridad en
el trato con personas que acabamos de conocer o con quienes hemos tenido poco
contacto puede entorpecer una prometedora relación; el hecho de que sea alguien
amigo o conocido de nuestros íntimos, no garantiza que comparta las bromas, las
ideas, el sentir y el trato que tiene entre sí el grupo.
- Ser discretos
y no tratar de conocer los pormenores e intimidades de las personas, sobre todo
cuando no existe un mínimo de relación o confianza.
- Reconocer que todo
tiene su momento y lugar. Hay quienes conocen a un médico y casi inmediatamente
procuran obtener un punto de vista profesional a un mal que se padece, como una
especie de consulta particular, lo cual es molesto e incómodo para el
profesional, sobre todo si es en una reunión social y quien lo solicita es
alguien con quien en ese momento ha coincidido.
Podemos creer que
estamos mejor viviendo aislados, centrados en nuestra propia vida, sin depender
de nadie y sin causar molestias. La realidad es que esto puede ser una
manifestación de egoísmo y soberbia, pues todas las personas tienen algo bueno
que aportar a nuestra vida.
Quienes se han esforzado por vivir e inculcar
en su persona el valor de la sociabilidad, han encontrado una fuente inagotable
de alegría, un camino para lograr verdaderas amistades, el mejorar su
comunicación y capacidad de adaptación en los ambientes más diversos, pero sobre
todo, una mejor forma de vida a lado de sus semejantes.
http://www.salonhogar.net/Diversos_Temas/sociabilidad.htm
La mayoria de las personas, no somos muy sociables... Nos es muy dificil relacionarnos con otras personas, ya sea por miedo, timidez, desconfianza, etc... Para muchos, es cuestion de tiempo saber relacionarnos con otras personas, pero al fin de cuentas lo hacemos, ya que es necesario ser sociable, ya sea para cuestiones personales y/o profesionales.
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